domingo, 2 de septiembre de 2012

BONAMPAK






Es un sitio arqueológico maya ubicado en la Selva Lacandona, en el municipio de Ocosingo, en el estado de Chiapas, México y a unos 30 km al sur de Yaxchilán y cerca de la frontera de México y Guatemala, y pertenece a las ciudades de la cuenca del Usumacinta. Se trata de zona arqueológica, que fue dependiente de Yaxchilán. Todas las estructuras del sitio parecen haber sido construidas entre los años 580 y 800.

Etimología

Su nombre significa en vocablo maya que significa "Muros pintados", y en ello reside la fama de este sitio, ya que sobre los muros de los recintos hay pinturas muy vistosas que aportan mucho acerca de la vida cotidiana de los mayas.
Historia

La zona arqueológica de Bonampak es un sitio maya del período Clásico, aunque probablemente estuvo ocupada desde un poco antes, su auge se registró entre el 650 a 850 fue subsidiaria de Piedras Negras en el siglo VII y más tarde aliada a Yaxchilán gracias a su Ajaw Chan Muwan, el cual se casó con una princesa probablemente hija de Itzamnaaj Balam III.
Descubrimiento

Se suele decir que la zona arqueológica fue descubierta por Giles Healy y Carlos Frey en abril y mayo de 1946, quienes fueron informados por los indígenas lacandones, llegando varias veces a la zona cuando se dirigían a realizar cultos en los edificios de la ciudad. Sin embargo, como en muchos otros casos, los indígenas ya conocían la localización del sitio, y el hallazgo se atribuye hoy a dos de ellos: José Pepe Chambor y Acasio Chan.[]
En Bonampak existen varios edificios de mediano tamaño, que circundan la plaza central, algunos de ellos poseen estelas muy bien labradas. Sin embargo, debe su fama a los murales que se localizan en uno de sus edificios conocido con el nombre de Templo de los Murales, aunque su nombre técnico es Estructura 1. Se trata de un edificio con tres cuartos completamente pintados del Período Clásico, ya conocido por su cerámica y otros ejemplos menores.
Investigación acerca de las pinturas murales

En 1948, se realizó una expedición de la Instituto Carnegie y del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Las paredes fueron limpiadas con queroseno, que volvió temporalmente transparente el recubrimiento y las pinturas fueron fotografiadas extensivamente.
En 1996 comenzó el Proyecto de Documentación de Bonampak (en inglés, The Bonampak Documentation Project), coordinado por un equipo de investigadores de la Universidad de Yale. Este proyecto incluye la realización de un estudio más detallado, nuevo rescate fotográfico y la reproducción de los murales.[3]
Desde 1990 el proyecto La pintura mural prehispánica en México del Instituto de Investigaciones Estéticas (Universidad Nacional Autónoma de México), se dedica al registro y estudio de los murales precolombinos, como los de Bonampak, donde en 1997, Ernesto Peñaloza como parte del trabajo de dicho proyecto fotografía por primera vez en su totalidad los tres cuartos pintados, con este material se realizaron los tres desplegados que muestran los murales completos. Estas imágenes y los resultados de las investigaciones multidisciplinarias dirigidas por Beatriz de la Fuente y coordinadas por Leticia Staines, forman parte de los dos tomos dedicados a Bonampak (catálogo y estudios) de la serie la pintura mural prehispánica en México publicada por la UNAM.

Los murales

Las pinturas datan del año 790 y fueron realizadas en una compleja técnica donde sobre un enlucido fresco de cal se aplicaron los pigmentos en un medio de agua cal (lechada) mezclado con un aglutinante orgánico. Los murales muestran la mano de un maestro que trabajó en compañía de por lo menos dos ayudantes. Los tres cuartos muestran una serie de eventos de su actualidad con gran realismo. El primero representa una procesión de sacerdotes y nobles. Una orquesta toca trompetas de madera, tañe tambores, y toca otros instrumentos; mientras los nobles charlan entre sí. El segundo cuarto muestra una escena de guerra, con prisioneros a los que les son arrancadas la uñas de los dedos de las manos, sentados ante el Señor Chan Muwan de Bonampak. Se presume que los prisioneros eran preparados para el sacrificio humano. El tercer cuarto muestra una ceremonia con bailarines ricamente ataviados y usando máscaras de dioses, y a la familia gobernante punzándose la lengua con agujas de maguey hasta hacerla sangrar, en uno de los muchos tipos de sacrificio que practicaban los mesoamericanos. La escena está acompañada por fechas numerales y los nombres de los participantes en la ceremonia.
Mary Miller, profesora de la Universidad de Yale, quien dirige el extensivo estudio de los murales, escribió que "probablemente, ningún artefacto antiguo del Nuevo Mundo ofrece una compleja visión de la sociedad prehispánica como las pinturas de Bonampak. Ningún otro trabajo relacionado con los mayas nos acerca a la vida de la corte con tan gran detalle, lo que hace de Bonampak y sus murales un recurso sin paralelo en la comprensión de la sociedad antigua.

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